Amor Ardiente Nunca Nos Separaremos PDF Free Download

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Si Me Hubieras Pedido Hace Un Año Que Pusiera En Peligro Mi Vida Por Otra Persona, Te Habría Enviado A Cocinar Espárragos. Pero, Como Dicen, El Tiempo Lo Cambia Todo. Time And Darcy, Una Chica Encantadora De Ojos Tiernos.

El Único Problema Es Que Alguien Quería Que Darcy Muriera. La Ató, La Amordazó Y La Dejó Morir. Para Salvar Su Vida, En Realidad Pasé Por Las Llamas. La Cuidé Durante Unos Días. Me Quedé Allí Mirando Su Puerta, Como Si Significara Algo Para Mí. La Protegí Como Si Fuera Mía.

Darle A Alguien Tanto Como Le Di A Darcy Te Transforma. Ella Tiene Una Manera De Hacerte Sentir Cosas. Haz Que Sus Peleas Sean Tuyas. Sus Enemigos Son Tus Enemigos.

Ahora Estoy Al Pendiente. Quien Quiera Que Darcy Muera No Tiene Ninguna Posibilidad. No Conmigo De Pie Junto A Ella.

Tuve Que Atravesar Las Llamas Para Rescatarla. Y Haré Todo Lo Posible Para Mantenerla Con Vida. Incluso Si Eso Significa Destruirme A Mí Mismo.

Toda Mujer Fantasea Con Amar Y Ser Amada. Debbie, Por Otro Lado, Solo Estaba Interesada En Divorciarse.

Había Estado Casada Con Carlos, Un Joven Millonario Cuyo Rostro Nunca Había Visto, Durante Tres Años.

Cuando Finalmente Tomó La Decisión De Dejar Su Matrimonio Cómico Y Buscar La Felicidad Genuina, Su Supuesto Esposo Llegó Y La Instó A Intentarlo De Nuevo.

Carlos Se Sintió Inmediatamente Atraído Por La Actitud Libre Y Salvaje De Debbie Y Se Enamoró De Ella. Él Procedió A Colmarla De Atenciones. Lo Que Había Entre Ellos Se Estaba Convirtiendo Poco A Poco En Una Atracción Incontrolable.

Lo Adoro, Estoy Completamente Enamorado De Ese Libro, Y Se Vuelve Más Intrigante Cada Día.

Amor Ardiente Nunca Nos Separar Mos Summary

“Ya Firmé El Acuerdo De Divorcio, Philip; Por Favor, Entrégaselo A Carlos”.

Debbie Nelson Tuvo La Confianza De Entregar El Acuerdo Firmado A Philip Brown, El Mayordomo De La Familia Hilton.

Se Sorprendió Cuando Escuchó Tales Comentarios. Primero Asumió Que Ella Buscaba El Divorcio Para Compartir Los Bienes De Su Cónyuge, Carlos Hilton.

Pero Después De Leer El Papeleo, Se Dio Cuenta De Que Quería Renunciar A Todo, Incluso A Lo Que Tenía Derecho Como Propiedad Conjunta.

Philip Suspiró Profundamente. “¿por Qué Está Tomando Esta Decisión, Sra. Hilton? ¿qué Le Hace Querer Divorciarse Del Sr. Hilton Y Renunciar A Lo Que Es Legítimamente Suyo?”

Ella Era Solo Una Estudiante Universitaria Sin Padres. Ella Fue Una Tontería Al Solicitar El Divorcio Ahora, Mucho Solo Renunciar A Una Propiedad Que Vale Una Fortuna.

Ella Desvió La Mirada, Rascándose La Nuca, Avergonzada. “carlos Y Yo Estamos Casados ​​desde Hace Tres Años, Pero Nuestro Matrimonio Solo Existe En El Papel Y No Quiero Pasar Más Tiempo Con Él”, Afirmó, Sin Ocultarle La Razón A Philip.

Ella Tenía Su Propia Vida, Y No Quería Que Ese Matrimonio Simbólico Le Robara Su Juventud.

Simplemente Era Un Extraño Que Nunca Había Conocido Antes, Así Que No Tenía Nada Que Perder Al Dejarlo. Además, Sus Padres Muertos Habían Planeado El Matrimonio. Ella No Tenía Absolutamente Ningún Sentimiento Por Él.

“Bueno, Parece Que Ya Se Ha Tomado Una Decisión; Hoy… No, Mañana Le Presentaré Esto Al Sr. Hilton”.

Debbie Dejó Escapar Un Suspiro De Alivio. “Gracias, Philip”, Dijo Con Una Sonrisa Encantadora.

El Mayordomo Se Puso De Pie Para Partir, Pero Antes De Hacerlo, Se Volvió Hacia Ella. “Sra. Debbie, El Sr. Hilton Es Un Buen Tipo; Creo Que Ustedes Dos Harían Una Excelente Pareja; Espero Que Lo Considere”.

¿la Pareja Ideal?

‘ Ella Reflexionó. Sin Embargo, Ella No Había Visto A Su Cónyuge En Tres Años. ¿y Si No Lo Fueran?

Debbie Sonrió Amargamente Y Respiró Hondo. “Ya Me He Decidido, Philip”, Dijo Enfáticamente.

Debbie No Había Llamado Al Mayordomo A La Tarde Siguiente. Él Esperaba Que Ella Reconsiderara Su Elección Apresurada, O Al Menos Agregara Algunas Restricciones Al Acuerdo. Ella, Sin Embargo, No Lo Hizo.

Philip, Resignado, Sacó Su Teléfono Móvil Y Llamó A Un Número. “Sr. Hilton, Hay Un Papel Que Requiere Su Firma”, Dijo Tan Pronto Como Sonó El Teléfono.

“¿qué Tipo De Documento?” Inquirió Carlos Casualmente.

Philip Hizo Una Pequeña Pausa Antes De Responder. “Un Acuerdo De Divorcio”.

Carlos Se Tensó Mientras Revisaba Algunos Documentos En Su Oficina.

De Repente Se Dio Cuenta De Que Tenía Una Esposa.

“¿por Qué No Hablas Con La Sra. Hilton Al Respecto?” Phillip Ofreció Después De No Recibir Respuesta Del Otro Lado De La Llamada.

Carlos Dijo Con Frialdad: “¿cuánto Quiere Ella?”

“Nada; Incluso Tiene La Intención De Renunciar A Su Interés De Propiedad Conjunta En Ella”.

“¿quiere Renunciar A Todo?”

“Eso Es Correcto, Sr. Hilton, Pero Me Gustaría Decirle Que Su Padre No Está En Excelentes Condiciones En Este Momento”.

Momento. Si Ella Se Entera, Él Perderá La Calma Una Vez Más. Además, Si Se Corre La Voz De Que Su Esposa Lo Ha Dejado, Me Preocupa Que Tenga Un Efecto Negativo En Usted Y En La Empresa”, Concluyó El Mayordomo En Voz Baja.

“Eso Es Excelente. Traiga El Contrato A Mi Oficina. “Estaré De Regreso En Alorith En Dos Días”.

“Sí, Señor Hilton”, Dijo Philip Sin Dudarlo.

Después De Todo, Carlos No Pudo Alterar Su Mente Una Vez Que Lo Hizo.

Debbie Fue Al Blue Night Bar En Alorith Esa Noche.

A Medida Que Se Oscurecía, Entraban Más Y Más Jóvenes.

Debbie Siempre Se Vestía De Manera Informal, Pero Como Ese Día Era Su Cumpleaños, Optó Por Usar Un Vestido Rosa Adornado Con Encaje, Lo Cual Era Poco Común En Ella Para Vestirse Como Una Dama De Alta Cuna, Y Muchos De Sus Compañeros De Clase Se Tomaron Fotografías Con Ella.

Un Tipo Grande Y Ebrio Surgió De La Nada Y Abrazó La Cintura De Debbie Mientras Disfrutaban De La Fiesta.

“Hola, Preciosa. Tomemos Una Foto”.

Ella Lo Golpeó, Sin Embargo, Con Todas Sus Fuerzas.

El Alcohólico Recuperó La Conciencia En Un Instante, Apretó Los Dientes Con Rabia Y Se Acercó A Debbie Para Darle Una Lección.

Afortunadamente, Sus Compañeros De Clase Estaban Allí Para Defenderla.

Debbie Era Una Belleza Natural, Así Que Esta No Era La Primera Vez Que La Acosaban.

“¿puedes Comportarte?” Uno De Sus Alumnos Le Preguntó Al Intoxicado.

“Es Humillante Para Un Anciano Como Tú Acosar A Una Niña”, Dijo Con Desdén.

“La Próxima Vez Que Salgas De Casa, Mírate En El Espejo”. ¿cómo Obtuviste El Coraje De Posar Con Una Buena Dama? “Enfermo Como La Mierda”, Dijo Otro.

El Papá No Pudo Evitar Enojarse Por Los Comentarios De Los Jóvenes, Tanto Que Dejó Su Bebida Y Comenzó A Gritar: “¡¿cómo Te Atreves?! ¡no Voy A Dejar Que Te Escapes!”.

Hizo Un Gesto Con La Mano Y Un Enjambre De Hooligans Se Acercó A Debbie Y Sus Compañeros De Clase.

Todos Eran Estudiantes Universitarios Y No Se Atrevían A Pelear Fuera Del Campus Por Miedo A Meterse En Problemas.

Los Ojos De Debbie Se Abrieron Con Pavor Al Darse Cuenta De Lo Superados En Número Por Estos Muchachos. “¡correr!” Ella Gritó Sin Dudarlo.

Sus Amigos Reconocieron Que Ahora No Era El Momento De Convertirse En Héroes. Recogieron Sus Pertenencias Y Salieron Corriendo Por La Puerta.

Los Vándalos Comenzaron A Perseguirlos.

Debbie No Podía Correr Tan Rápido Porque Estaba Vestida Con Un Vestido Y Tacones Altos. Antes De Que Pudiera Llegar A La Salida, Ya Había Sido Separada De Sus Compañeros.

Como Resultado, Se Quitó Los Zapatos Y Corrió Descalza.

Obtuvo Un Vistazo De Una Persona Familiar Cuando Dobló Una Esquina.

Los Hooligans Se Estaban Acercando A Ellos. Debbie Estaba Un Poco Borracha, Así Que No Tuvo Tiempo De Preparar Nada E Inmediatamente Se Lanzó A Los Brazos Del Hombre, Abrazándolo Apasionadamente. “¡cariño!” Ella Dijo, Su Voz Coqueta.

Carlos Frunció El Ceño Ante La Hermosa Dama Que Acababa De Llegar. Primero Se Confundió Con Una Actriz O Modelo Oscura Que Buscaba Salir Con Él.

Pero Su Rostro Le Resultaba Bastante Familiar Por Alguna Razón.

Debbie Se Apoyó Contra Una Puerta Y Se Puso De Puntillas Para Besarlo Mientras Él Estaba Perdido En Sus Pensamientos.

El Tipo Era Tan Alto Que Oscurecía Su Visión. Para Todos Los Demás, Parecía Estar Presionándola Para Que Lo Besara, Pero En Realidad Ella Era El Polo Opuesto.

Carlos Estaba Furioso Porque Nadie Lo Había Molestado De Esa Manera.

Debbie Se Quitó La Camisa Y Le Acarició El Pecho Con Audacia Justo Cuando Estaba Listo Para Empujarla.

Se Congeló Por Un Segundo Mientras Tocaba Sus Pectorales Fuertes Y Tonificados. ‘¡guau! ‘¡qué Hombre Musculoso!’ Ella Dijo.

Cuando Los Vándalos Que La Perseguían Presenciaron Ese Momento Íntimo, Huyeron. No Creían Que Uno De Ellos Fuera Su Víctima Prevista.

Debbie Se Acurrucó En Los Brazos De Carlos Como Si El Beso No Fuera Suficiente. Apartó Al Chico A Un Lado Y Le Sonrió Con Admiración Tan Pronto Como Vio Que Los Hooligans Se Habían Ido. “Lo Siento. Pensé Que Eras Otra Persona”.

Carlos Se Limpió El Lápiz Labial De Los Labios, Asqueado. Luego Notó Un Olor A Vino Tinto En El Aliento De La Mujer Y En Sus Propios Labios, Suponiendo Que Estaba Bebiendo.

Debbie Levantó La Cabeza Para Encontrarse Con La Mirada Del Hombre En Ese Preciso Momento.

Tenía Profundos Ojos Negros, Cejas Gruesas Y Brillantes, Nariz Alta Y Labios Encantadores Que Reflejaban Su Elegancia Y Grandeza.

Su Mirada, Por Otro Lado, Era Helada, Y Su Decepción Estaba Escrita En Toda Su Cara.

Debbie Sonrió Al Darse Cuenta De Esto. “¡como Reparación, Te Pagaré Dos Mil Dólares!” Ella Dijo, Disculpándose.

Era El Tipo Más Hermoso Que Había Visto En Mi Vida, Así Que Dos Mil Dólares Se Gastaron Bien.

Rápidamente Abrió Su Bolso Para Sacar El Dinero, Pero Para Su Sorpresa, Solo Tenía $200 Y Le Quedaban Pocas Monedas. Después De Una Pequeña Pausa, Se Aclaró La Garganta Y Dijo: “Hmm, ¿puedo Tener Un Descuento?”

“¿hay Un Descuento?” Carlos Se Repitió Indignado. Cuanto Más La Miraba, Más Seguro Se Volvía De Que La Había Visto Antes.

No Hacía Falta Ser Un Genio Para Ver Que El Tipo No Estaba Contento. Parecía Tener La Intención De Arrojarla Al Agua Para Alimentar A Los Tiburones. Si Las Apariencias Pudieran Matar, Ya Debería Haber Muerto.

El Rostro De Debbie Se Iluminó Y Sacó Su Teléfono. “¡lo Sé! Te Enviaré Una Transferencia A Través De Mi Teléfono Móvil”.

Empujó La Pantalla Rápidamente, Pero No Se Encendió. Cuando Se Dio Cuenta De Que No Tenía Batería, Su Corazón Dio Un Vuelco.

Debbie Levantó La Cabeza Con Una Sonrisa Extraña, Avergonzada.

“Parece Que Mi Teléfono Móvil Ha Muerto…”, Susurró Para Sí Misma.

Carlos Se Enfureció Porque Creía Que Esta Señora Se Estaba Burlando De Él. Estaba A Punto De Perder La Calma Cuando Debbie Agarró Todo El Dinero Y Salió Corriendo.

Carlos Estaba Perplejo Y Miraba Fijamente El Dinero. Luego Se Volvió Hacia La Dirección En La Que Ella Acababa De Partir.

Su Ayudante, Emmett Cooper, Acababa De Estacionar El Automóvil. Y Cuando Se Acercó A La Barra, Vio A Carlos De Pie, Inmóvil, Con Una Mirada Lúgubre. Emmett Trotó Hacia Él, Chupando Su Saliva.

Carlos Tenía Cientos De Billetes En La Palma De La Mano Y Exudaba Una Vibra Aterradora. “¿quiere… Quiere Comprar Algo, Señor Hilton?” Dijo Tentativamente.

Carlos Le Dio A Su Ayudante Una Mirada Severa Y Le Arrojó El Dinero. “¡consigue A Esa Mujer!” Habló Con Los Dientes Apretados.

“¡señor, Sí!” Emmett Estaba Perplejo, Pero Obedeció.

Debbie Había Salido Ilesa Del Bar En Ese Momento. No Pasó Mucho Tiempo Antes De Que Se Reuniera Con Sus Compañeros De Clase.

Todavía Estaba Sonrojada Cuando Subió Al Automóvil De Jeremiah Hampton. Lo Que Acababa De Ocurrir Era Lo Más Loco Que Había Hecho En Su Vida.

‘¡oh Dios Mío! ¡besé A Un Extraño Por Primera Vez! ¿estaba Siendo Infiel? ¿me Descubrieron Recientemente Engañando A Mi Esposo?’

Debbie, Pensándolo Bien, No Creía Que Hubiera Un Problema. En Cualquier Caso, Ella Ya Había Firmado Los Papeles Del Divorcio.

Karen García Estaba Sin Aliento Y Aturdida. “¡oh Dios Mío!” Dijo Ella.

“¿qué Está Pasando Exactamente? ¿siguen Buscándonos Esos Tipos?” Preguntó Kristina Lawrence, Con Voz Temblorosa. Tenía Tanto Miedo Que Prácticamente Saltó De Su Asiento Tan Pronto Como Lo Escuchó, Luego Corrió A La Ventana Trasera Para Mirar Hacia Afuera.

Karen Se Acercó A Debbie, Que Todavía Estaba Estupefacta, Y Sacudió Los Hombros Enérgicamente. “¿sabes Quién Era El Hombre, Debbie?”

Ella Vino A Sus Sentidos En Ese Punto. Karen, Ella Sabía, Se Aterrorizaba Fácilmente. A Ella No Le Importaba Ya Que Estaba Acostumbrada. “¿quién Era Ella?” Ella Dijo Casualmente.

“él Es El Hombre Con El Que Todas Las Mujeres Fantasean. ¡es El Conocido Director Ejecutivo De Una Corporación Multinacional En Alorith! ¡el Sr. Hilton, Lo Es!”

“Oh, No He Oído Hablar De Él”. Debbie Tomó Un Sorbo De Una Botella De Agua En Silencio.

“¡hola, Mi Nombre Es Carlos Hilton!” Karen Empujó, Esperando El Mismo Nivel De Pasión. Nadie Temía Insultar A Carlos Ya Que Era Un Tipo Tan Influyente.

Al Pronunciar Ese Nombre, Debbie Escupió El Agua Y La Derramó Sobre La Cara De Su Amiga. Karen Le Ofreció A Su Amigo, Que Estaba En Pánico Por Cualquier Razón, Una Expresión De Impotencia.

“¿qué? ¿te Refieres A Carlos Hilton, El Borracho Panzón?” Preguntó Debbie, Con Los Ojos Muy Abiertos.